jueves, 1 de noviembre de 2012
Esto implica que se puede deducir la ganancia energética de un organismo
midiendo sólo la cantidad de oxígeno respirado, sin necesidad
de medir qué tipos de alimentos consumió ni en qué cantidad.
Simplemente se mide la cantidad de litros de oxígeno respirado, y se
multiplica esa cantidad de litros por 20,2, para obtener el número de
kJ que ha ganado el organismo en estudio. Las técnicas para medir la
cantidad de oxígen respirado dependen del tipo de animal que esté
siendo estudiado. En animales grandes simplemente se les instala una mascarilla
de oxígeno. En larvas marinas, por ejemplo, se mide directamente el contenido
de oxígeno disuelto en la muestra de agua. Técnicas modernas de
medir la tasa de respiración incluyen el uso de isótopos e incluso
la implantación de pequeños cristales piezoeléctricos (de
diámetros de un par de milímetros) en los animales, de modo que
las inhalaciones y exalaciones quedan grabadas electrónicamente.
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